martes, 30 de agosto de 2011

Boaco, MI Pueblo Natal

Un puntito oculto en el espacio corona el centro de América

Color esperanza que sube hasta las montañas y baja hasta los llanos

Rey humilde de Amerrisque, hijo prolijo de la tierra de Yarrince y de Darío

Topografía peculiar que hace de Boaco una ciudad muy singular



Orgullo escondido entre madroños, robles, nancites y jocotes

Y subibajas agrestes de maizales, avispas y zacatales

Frescura de mañanas de sol que trae vientos vespertinos

Que invitan a sentarse en la acera para quitarse la pereza

Después de una siesta, saboreando un café negro con rosquillas



Pueblo dueño de sueños y de la luna gigantesca

Que detrás de la iglesia se alza deslumbrando a los paseantes

Que se sientan en el parque a compartir cuentos y risas

Mientras el faro solitario alumbra y fantasea con tocar el cielo



Calles tapizadas de cuadritos que huelen a tierra mojada

Cuando la torrencial lluvia se entremete en sus fisuras

Provocando ganas de quedarse acurrucado en la casa

Cuanto daría yo hoy por sentir ese olor y ese frío

Que antaño embrujaba la ciudad y hacía con vapor su vestidura



Casas coloridas que se rebelan a la acción de la gravedad

Aparentan estructura horizontal y sin embargo al entrar

Descubres pasillos, sótanos y azoteas con toda naturalidad

Balanceándose en piedras canteras ingeniosamente cinceladas



Aceras abismales al final de las casas que te dejan de repente

Con el corazón en la boca y obligan a la gente a caminar

Por el medio de la calle y a los conductores a hacer malabares

Aceras desde donde los niños hacen clavados hacia la calle

Y resultan ilesos gracias a las alas de sus ángeles particulares



Cuando escucho a alguien preguntar: ¿Vos crees que soy de Boaco?

Orgullosa y nostálgica yo respondo, si fueras de Boaco como yo

Ni siquiera lo preguntarías, lo afirmarías sin preguntar

Porque solo quien es de Boaco, sabe el orgullo que se siente

Decir, soy de Boaco, lugar mágico donde todos queremos regresar



Donde el que va siempre vuelve en busca de otra oportunidad

De subir y de bajar por el cielo adoquinado y conversar con la gente

Que franca se ríe y goza de las anécdotas provocadas

Por un personaje especial que todo el mundo conoce



Y donde todo el que llega encuentra calor amigo

Que te ofrece un platillo y algún trago que no ha de faltar

Y donde el que se va se lleva el recuerdo amable

De su gente cálida que te abre las puertas de su casa y su corazón



Boaco, pueblo de encantadores, tu tiempo nunca pasa en tu espacio

Tu virtud de encantar persevera y me mantiene amarrada

Por el cordón umbilical como hija atada a la madre tierra

No importando la distancia, ni los años que esté fuera

Adonde quiera que vaya llevo conmigo tu nombre

Y tu corazón como bandera, Boaco, mi pueblo natal!



©Vicky Toledo


1 comentario:

  1. Realmente Boaco es un lugar magico donde todos deseamos regresar. Tu tierra es maravillosa Vicky, llena de alegria y gente hermosa como vos. En mi ultimo viaje a Nicaragua tuve la oportunidad de conocer la famosa ciudad de los dos pisos y me encanto tanto que prometi regresar. Al ir leyendo tus versos, me apresure a refugiarme en mis recuerdos y quise con toda el alma volver alla. Bello canto a tu tierra que enamora y hechiza!

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