Son las diez y siempre de la noche
El reloj de mis horas así lo marca
Cuando mi noche se anuncia con el alba
Y en mi día me alumbro con la Luna
Las agujas se extrapolan y caminan
Sin contar los minutos ni las horas
Se retuercen los segundos en instantes
Imposible de alcanzar a los amantes
El destiempo me produce eterno goce
Vibrando entre las cuerdas de su canto
Sonoros se descubren cual si llanto
Los murmullos de amor en el espacio
El tic tac de mi reloj va declarando
Las palabras que calladas se deslizan
Por el túnel del amor van saboreando
Convertidas en manojos de caricias
La cuerda del reloj no tiene prisa
El tiempo no es mas que una premisa
Sensación de permanencia amanecida
Por las horas de deliciosa compañía
Ya la Luna de mi día se ha dormido
Deseando que muy pronto sea de noche
Despertarse y alumbrar a los amantes
Y ser testigo nuevamente del instante
©Vicky Toledo