Te encontré cuando caminaba sin prisa
por una acera de Venecia
las góndolas negras
pasaban pavoneándose
con parejas extrañas
que parecían amarse,
el brillo del sol reflejado en el agua
el brillo del agua reflejado en mis pupilas,
decía sin palabras cuanto yo había
encontrado de tí estando tan lejos
entre tanta gente que hablaba de amor,
se deslizaba la tarde debajo del puente
la mirada mía buscaba en el agua
escuché tu risa y escapó la mía
porque fue esa noche que
estando tan lejos te encontré de nuevo
como siempre quise
rebosante el alma del más grande amor
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