miércoles, 3 de septiembre de 2014

Abuelo

Sentado en la desvencijada mecedora
mece sus huesos y sus pensamientos
sus ojos también se mecen
hasta cerrarse pesadamente.
La silla deja de moverse, la luz desaparece
el abuelo entra a un mundo de sueños
sueña que se libera de su tristeza
sueña que sale del abandono
por una puerta invisible

Una tierna mano suavemente lo despierta
la mas querida de sus nietas ha llegado
como siempre lo ha soñado
está allí con una dulce sonrisa
le ha traído su postre favorito
un pastel de manzanas
le ha cubierto para que no sienta frío
ni en el cuerpo ni en el alma

Salen de paseo, caminan y conversan
recorren un jardín de flores perfumadas
con el sol del atardecer reflejado en sus ojos
hablan la adolescente y el viejo
se entienden a pesar de todo
el amor los acerca

La tarde se ha hecho noche
un gélido viento despierta al abuelo
siente frío, tiene hambre
su cuerpo y su alma lo resienten
escondiendo una lágrima sonríe
la mas querida de sus nietas ha llegado
de nuevo a visitarlo en sueños

Si tan solo un día no fuera la vecina
el amigo, el buen samaritano
quien pasa por su casa a saludarlo
si tan solo un día fuera un hijo, un nieto
quien llegara y le dijera, te quiero abuelo.
Por ahora y mientras tanto
es solo un triste viejo más
en el cruel mundo del olvido
perdiendo la esperanza
esperando quizás
la piedad de Dios

©Vicky Toledo

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