Me he sumergido en un canto de mil años
Si, mil! Tantos siento desde que te vi
Con tu mano desde lejos dibujando el adiós
Que sin prisa y sin enojo dejaste en el aire
Y partiste con aquella canción
Y partiste mi desvelado corazón
Como quien parte con pereza
Los pétalos de una deshidratada flor
Asi, despacio, uno a uno arrancaste
Los pétalos de la triste flor que alguna vez
Se alegraba con escuchar
La melodia convincente de tu voz
Mientras los rayos del sol y las aguas del río
Alimentaban sin querer su ilusión
Mil años, que importancia tienen?
Si despues de aquel adiós
Todas las melodías son iguales
Todos los pétalos marchitos mueren
Mientras los rayos del sol y las aguas del río
Se esfuerzan por revivir la flor
Otros mil años, que mas da!
Si tan solo bastará un segundo
Aquel en que tú vuelvas
Y la flor escuche tu convincente voz
Y los pétalos recobren la virtud de sonreír
Mil años mas... La flor puede esperar!
Si, sin duda puede esperar!
©Vicky Toledo
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